domingo, 29 de abril de 2007

Aquellos días que pasaron

Y quedarán en nuestra mente como un recuerdo a veces alegre y a veces triste, quedarán como experiencias y la posibilidad de un camino que seguir. Aún me embarga este sentimiento que no sé como detener, quizás sólo el tiempo tiene la respuesta para mí.

4 comentarios:

Lilian Flores Guerra dijo...

Amiga mía, sé que la tristeza ahora te acompaña, que es como una mochila pesada que a ratos queremos tirar por la ventana, pero quiero que sepas que no estás sola, que aunque me esté desarmando de a poco igual estaré a tu lado, aunque sea para acompañarte y darte permiso de llorar a gritos si te da la gana.
Ya sabes que todo esto pasará, que en un futuro no muy lejano todo lo verás como una película, y que en algún momento nos reiremos de las estupideces que dijimos en aquellos instantes en que sentíamos que la rabia no terminaría nunca.
Fuerza, amiga, ánimo y no te dejes vencer, que tienes al menos un gran motivo para salir adelante. Y bueno, el mundo no se puede librar de nosotras, no?
Te quiero mucho, amiga.

Pazchina dijo...

Amiga, la verdad es que se hace pesada la carga, y todo lo que esto implica, y es lento el camino, también largo, pero desde los cielos me han caído una lluvia de estrellas (...y algunos angelitos entremedio)(incluso hay uno que tiene un gatoku y un auto rojo).
Amiga, debo decirte que aunque a veces me desmorone estoy aquí de pie y firme ante la existencia para cuando tú tb. me necesites, no por nada es tu hombro el que me acompaña y sé que en un futuro más cerca que lejos nos encontraremos en alguna roca sureña contando ovejas...
Gracias por todo, tb. te quiero mucho.

Pepe dijo...

...
aquí va una "help" para esos momentos en los sentimientos "abruman", aunque uno no haya incumplido...

En realidad...ahí vas a encontrar perlas que uno puede ir hilvanando...o miguitas de una enseñanza desconocida...

La influencia de los otros en la formación de la autoestima
La autoestima se construye constantemente y a lo largo de toda la vida. Tanto los actos como las características personales son criticados permanentemente por los demás en forma tanto constructiva como descalificadora. Así, los demás se convierten en elementos fundamentales del proceso de construcción de la autoestima, haciendo las veces de evaluadores externos a la persona.
Estos favorecerán o pondrán dificultades para la evaluación que hace la persona de sí misma, puesto que indiscutiblemente van a repercutir dentro de cada uno, animando o desanimando, alentando a mantener o a transformar o incluso a eliminar aquellos aspectos que han sido criticados, aportando información de si se es valioso, si uno "merece ser querido y quererse", si vale o no la pena hacer lo que se hace o si uno es capaz de hacer bien las cosas.
Pero si la mayor cantidad de calificaciones que se reciben son de índole negativa, si son destructivas, el amor propio se verá profundamente dañado. Lo más probable es que se produzca una desorientación y una desorganización interna. La persona no sabrá qué es lo correcto, cómo deberá actuar, sentirá que es un completo fracaso y que todo lo hace mal...[ésto último, al revés también funciona]
Este es el motivo por el que es tan delicado recibir o dar críticas, ya que más que una ayuda puede llegar a constituir un factor de ansiedad, de angustia y de depresión para la persona.
Por eso es necesario que cada cual logre con el tiempo una seguridad básica mediante el desarrollo de un autoconcepto adecuado y suficiente como para poder seleccionar dentro de todas las críticas, positivas o negativas, las que crea y considere como asertivas y útiles y poder llegar entonces a discriminar entre aquellos que le aportan verdaderamente en forma positiva y aquellos que no.

Pazchina dijo...

Muchas gracias, siempre es buena una ayudita, te quiero mucho.